Cerrar o abrir

¿Entrar o salir?
Mientras caminaba esta mañana durante horas se me venían a la mente geniales entradas que escribir en mi blog, igual que cuando estoy a punto de dormirme. Vamos, cuando no está a mi alcance plasmarlo y demostrar que sí hay algo de talento en mi.
Esas horas de paseo bajo la lluvía, el sol, el viento y la mirada incrédula de los paseantes de perros me han servido para tener clara al menos una cosa y dada mi caótica situación mental actual está muy bien.
Da igual lo que quiera, el pasado no se puede ignorar a nuestra conveniencia, tenemos que asumir las consecuencias de nuestros actos. Ha sido fácil, tal vez demasiado, dar una 2º oportunidad pero se está insinuando una 3º y eso es otra historia. Para eso no vale con dejar pasar el tiempo que se estime suficiente y hacer «chas» de la forma que mejor nos parezca.
Por ahora eso es todo, he redescubierto que no necesito a nadie pero que aún así siempre deseo más gente y más de ellos de lo que tengo. No sé si por inconformista, por exigente o porque íntimamente disfruto boicoteándome.
Me encantaría ser como esa gente que no le da tanta importancia a las cosas. Que no le supone ningún esfuerzo aceptarlo cuando a la gente le surge algo más importante o su vida lo absorve y que no pase nada. Me encantaría no sentir que arrastro una larga cadena de abandonos de disntinto tipo y pensar simplemente que «la vida es así».
Quién sabe si algún día llegué a esa isla de aguas calmas pero ahora me siento más cerca de un espigón batido por el viento, gran experiencia si decides mirar al lado correcto;)